miércoles, 15 de marzo de 2017

V

Quiéreme como si fueras a morir,
como si fuese un último aliento,
las últimas gotas del manantial.

Quiéreme como al arco iris,
como al oasis y al espejismo
y al hada que existe sólo en tu imaginación.

Quiéreme como al horizonte,
como a las nanas infantiles
y al recuerdo de aquellas manos llenas de arena.

Quiéreme como a la luz,
como al aire,
como si fueras a morir.

Como a la mejor carcajada,
como a la nieve,
como a las cuerdas de una guitarra.

Quiéreme como al sol,
como a la luna,
como a la voz que te ayuda a dejar de llorar.

Quiéreme como si fuese un último aliento,
como al silencio,
como a la paz.

Quiéreme como no quieren las personas,
sin cadenas,
sin temores.

Quiéreme como si te arrancases la piel,
como si estorbaran los cuerpos,
como si no existiese el tiempo.

Quiéreme como a la luna,
como al sol,
como a la luz en medio de la oscuridad.

Quiéreme sin días
y sin noches,

sin rostro
ni identidad.


Como no quieren las personas.