Mi conocimiento de tu cuerpo
es meramente gramatical
y tus nociones sobre mi alma
son acordes malinterpretados.
Nos observamos a través de lunas
tintadas
y nos arrancamos la piel con guantes de
goma.
Soy carnicera de tu cuerpo
del que veo sólo ecos,
me laminas el alma
de la que apenas oyes sombras.
En la Multitud, nada nos identifica,
nada me hace diferenciarte del resto,
nada te lleva a señalarme.
En la Soledad, somos un espejo:
veo en tu alma mis carencias,
ves en mi cuerpo tu ausencia.